Ni los ve ni los oye pero los llama “antipatriotas’’

Criticar los resultados de las gestiones de Marcelo Ebrard en materia comercial y de Juan Ramón de la Fuente en materia diplomática, le ganó al dirigente del PRI, Alejandro Moreno, el adjetivo de “antipatriota’’.
Moreno no hizo sino externar un juicio -compartido en secreto hasta por algunos notables morenistas-, que no hace sino condenar la falta de resultados de dos funcionarios públicos, pero que en ningún momento sugirió, alentó, justificó, una intervención extranjera en nuestro país.
La presidenta Claudia Sheinbaum, quien le endilgó el calificativo al también senador, perdió el horizonte al llevar al extremo su molestia por las declaraciones del dirigente tricolor.
No sólo porque magnificó una declaración propia de un partido de oposición (¿ya se olvidó cuando desde el PRD llamaban “vendepatrias’’ al PRI y al PAN sin que por ello fueran llamados traidores o antipatriotas?), sino porque demostró que el gobierno es poco tolerante a la crítica.
Si el PRI hubiera actuado así en contra de cualquiera de los representantes de izquierda, ahora funcionarios o legisladores, la entonces oposición habría hecho un escándalo.
Lo deseable habría sido que la Presidenta respondiera con argumentos a la crítica de Moreno, pero como ha sido tradición en la 4T, las consignas suplen a las explicaciones con datos duros.
La Presidenta y su partido traen varios frentes abiertos, sobre todo con nuestros vecinos del norte, tan interesados en las cosas públicas de nuestro país.
Si la mandataria quisiera mayor solidaridad de la oposición (a la que ha ninguneado o “peluseado’’ como se dice actualmente en forma peyorativa), tendría que sostener reuniones con las dirigencias de los partidos de oposición para sumarlos a la causa nacional.
No lo ha hecho y quién sabe si en algún momento lo hará o si, de plano, aplicará la misma estrategia de López Obrador que no se reunió jamás con los dirigentes de los partidos de oposición ni con sus coordinadores parlamentarios por lo menos para explicarles sus iniciativas de reforma constitucional, muchas rechazadas por los votos del PAN y el PRI.
Otra suerte habría tenido el país con un gobierno menos presuntuoso y más dispuesto al diálogo político por el bien colectivo.
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Una cosa es una cosa y otra es otra.
Más o menos así definió la consejera presidenta del INE, Guadalupe Taddei, la intención de elegir a los consejeros electorales por vía del voto secreto y directo, como ocurrió con los magistrados electorales y los magistrados de las salas regionales del Tribunal Electoral.
Taddei precisó que la elección de los magistrados electorales ocurrió porque el Tribunal Electoral forma parte del Poder Judicial pero no es así con los consejeros electorales, que forman parte de un instituto autónomo.
Y, aunque la presidenta del INE tiene razón, por su propia experiencia ya debería saber que en cuestiones legales, los legisladores de Morena simplemente aplican la máxima esa que dice “a mi que no me vengan con que la ley es la ley’’.
Y ya.
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La presidenta Claudia Sheinbaum presentó ayer un programa para la distribución de medicamentos denominado “Rutas de la Salud’’, el cual, se entiende, será un complemento del actual sistema de reparto.
Para este programa, se contará con 96 camiones de 3.5 toneladas; 35 camiones de 1.5 toneladas; 35 cajas sanitarias y 27 cajas refrigeradas.
Y si bien para el tamaño de la tarea el parque vehicular se ve notoriamente insuficiente, ojalá le vaya bien.
Porque ya ve cómo le ha ido a otros programas igualmente pomposos como el “Gas del Bienestar’’, el “Agua del Bienestar’’, la “Farmaciotota’’, etcétera, etcétera.
@adriantrejo
24-horas